El cómputo en la nube, también conocido como computación en la nube o simplemente "la nube", se refiere a la entrega de servicios de cómputo, como almacenamiento, procesamiento de datos, servidores y software, a través de Internet. En lugar de depender de recursos locales, como servidores o computadoras personales, los servicios en la nube se ofrecen y acceden a través de una red de servidores remotos ubicados en centros de datos.

La computación en la nube permite a las organizaciones y usuarios acceder y utilizar recursos informáticos de manera flexible y escalable, según sus necesidades. Algunos ejemplos comunes de servicios en la nube incluyen almacenamiento en la nube (como Dropbox o Google Drive), plataformas de desarrollo en la nube (como AWS o Azure), software como servicio (SaaS) (como Salesforce o Microsoft Office 365), entre otros.

En resumen, el cómputo en la nube es un modelo de entrega de servicios informáticos a través de Internet, que ofrece flexibilidad, escalabilidad y accesibilidad a los usuarios y organizaciones, al tiempo que reduce la necesidad de infraestructura y costos iniciales.

1. Escalabilidad: Los servicios en la nube pueden adaptarse fácilmente a la demanda, permitiendo aumentar o disminuir los recursos informáticos según sea necesario.

2. Accesibilidad: Los servicios en la nube están disponibles a través de Internet, lo que permite acceder a ellos desde cualquier ubicación y dispositivo con conexión a Internet.

3. Costos reducidos: Al utilizar servicios en la nube, las organizaciones pueden evitar costos iniciales de infraestructura y mantenimiento, y pagar solo por los recursos que utilizan.

4. Actualizaciones y mantenimiento simplificados: Los proveedores de servicios en la nube se encargan de mantener y actualizar la infraestructura, liberando a los usuarios de estas tareas.

5. Colaboración: La computación en la nube facilita la colaboración en tiempo real, permitiendo compartir y trabajar en documentos o proyectos de forma conjunta.